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Impuesto sociedades en España 2025

 

Si estás pensando en crear una empresa en España, entender cómo funciona el Impuesto de Sociedades es clave para empezar con buen pie. Este impuesto afecta directamente a los beneficios de todas las personas jurídicas y supone una de las principales obligaciones fiscales desde el primer ejercicio.

A continuación, te explicamos de forma clara todo lo que necesitas saber: quién está obligado a pagarlo, cuáles son los tipos impositivos, cómo se calcula la base imponible, qué deducciones fiscales puedes aplicar y cómo presentar correctamente el modelo 200. Además, abordamos las últimas novedades fiscales y te damos consejos prácticos para evitar errores y optimizar tu fiscalidad desde el inicio.

Ya seas autónomo con planes de constituir una sociedad, o emprendedor lanzando una startup, este contenido está diseñado para ayudarte a entender el panorama fiscal que te espera y tomar decisiones acertadas desde el primer día.

¿Qué es el Impuesto de Sociedades?

El Impuesto de Sociedades es un tributo directo que grava la renta obtenida por las empresas y demás entidades jurídicas con residencia fiscal en España. Es uno de los principales impuestos del sistema fiscal español y afecta a la mayoría de personas jurídicas constituidas en el país, como sociedades limitadas (SL), sociedades anónimas (SA) y otras formas mercantiles.

A diferencia del IRPF, que afecta a las personas físicas, este impuesto se aplica sobre los beneficios empresariales netos generados durante el ejercicio fiscal. Su regulación está recogida en la Ley del Impuesto sobre Sociedades, y su gestión corresponde a la Agencia Tributaria.

Este impuesto no solo implica el pago anual mediante el modelo 200, sino también una serie de obligaciones fiscales continuas que toda empresa debe conocer desde su constitución.

¿Quién está obligado a pagar el Impuesto de Sociedades?

Este impuesto deben pagarlo todas las personas jurídicas y entidades con residencia fiscal en España que obtengan beneficios, independientemente de su tamaño o volumen de negocio. La obligación de tributar nace desde el momento en que la entidad comienza su actividad económica, sin importar si ha generado beneficios o no.

Entre las entidades sujetas al Impuesto de Sociedades se incluyen principalmente:

  • Sociedades de responsabilidad limitada (SL)
  • Sociedades anónimas (SA)
  • Sociedades civiles con objeto mercantil
  • Cooperativas y asociaciones empresariales (dependiendo de su naturaleza y actividad)
  • Fundaciones y entidades parcialmente exentas (en los términos que marca la ley fiscal)

También deben presentar la declaración aquellas entidades que, aunque no hayan desarrollado actividad económica durante el ejercicio, sigan estando registradas como activas en el censo de la Agencia Tributaria. Esto forma parte de sus obligaciones fiscales mientras mantengan su personalidad jurídica.

Tipos impositivos del Impuesto de Sociedades en 2025

El tipo impositivo aplicable al Impuesto de Sociedades varía en función del tipo de entidad, su volumen de ingresos y otras condiciones fiscales. En 2025, se mantienen los siguientes tramos:

Tipo de entidad Tipo impositivo
Tipo general 25%
Entidades de nueva creación 15% durante los dos primeros ejercicios en los que se obtenga una base imponible positiva
Empresas con ingresos inferiores a 1 millón de euros 23%
Grandes empresas (régimen de consolidación fiscal o facturación elevada) Tributación mínima del 15% sobre el resultado contable, con ciertas excepciones

Estos tipos buscan equilibrar la carga fiscal entre pequeñas y grandes entidades, promoviendo el crecimiento de las pymes y startups recién constituidas en España.

Base imponible y deducciones aplicables

¿Cómo se calcula la base imponible?

La base imponible del Impuesto de Sociedades se determina a partir del resultado contable de la empresa, una vez realizados los ajustes extracontables exigidos por la normativa fiscal. Estos ajustes incluyen diferencias permanentes y temporales entre el resultado contable y el fiscal.

En otras palabras, se trata del beneficio neto fiscalmente corregido, que servirá de base para calcular el importe del impuesto. La contabilidad debe estar elaborada conforme al Plan General de Contabilidad, y reflejar de forma fiel la actividad de la empresa.

Deducciones y bonificaciones fiscales

Una vez calculada la base imponible, es posible reducir la cuota a pagar mediante deducciones fiscales reconocidas legalmente. Algunas de las más relevantes en 2025 son:

  • Reserva de capitalización: permite reducir la base imponible si se reinvierten beneficios y se incrementan los fondos propios.
  • Inversiones en I+D+i: deducciones por actividades de investigación, desarrollo tecnológico e innovación.
  • Creación de empleo: incentivos para fomentar nuevas contrataciones o mantener empleo para personas con discapacidad.
  • Internacionalización y exportación: deducción por inversiones destinadas a la expansión internacional de la empresa.

Estas deducciones son clave para una planificación fiscal eficiente, y pueden reducir significativamente la carga tributaria si se aplican correctamente.

Obligaciones fiscales al constituir una empresa

Desde el momento en que una empresa inicia su actividad en España, adquiere una serie de obligaciones fiscales que debe cumplir de forma estricta para evitar sanciones y garantizar una gestión legal y transparente.

Estos son los principales trámites fiscales que deben realizarse al constituir una persona jurídica o sociedad mercantil:

  1. Alta en Hacienda mediante el modelo 036 o 037: este paso es obligatorio para inscribirse en el Censo de Empresarios, Profesionales y Retenedores y comunicar el inicio de la actividad económica.
  2. Alta en el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE): aunque muchas pymes están exentas por volumen de facturación, deben igualmente declarar su epígrafe correspondiente.
  3. Contabilidad según el Plan General de Contabilidad: todas las sociedades deben llevar una contabilidad empresarial ordenada y ajustada a criterios legales, que refleje fielmente la actividad de la empresa.
  4. Declaraciones fiscales periódicas: incluye la presentación trimestral de modelos como el 303 (IVA), el 111 (retenciones) y el pago fraccionado del Impuesto de Sociedades (modelo 202), además de la declaración anual con el modelo 200.

Estas obligaciones fiscales son continuas y deben cumplirse desde el primer ejercicio, incluso si la empresa no ha generado ingresos o beneficios.

Modelo 200: declaración del Impuesto de Sociedades

El modelo 200 es el formulario oficial que deben utilizar las empresas para presentar la declaración anual del Impuesto de Sociedades ante la Agencia Tributaria. Este modelo refleja el resultado fiscal del ejercicio, la base imponible, las deducciones aplicadas y el importe final a ingresar o compensar.

La presentación del modelo 200 se realiza exclusivamente por vía telemática a través de la Sede Electrónica de la AEAT (agenciatributaria.es), utilizando certificado digital, DNI electrónico o Cl@ve PIN.

Plazo de presentación

El plazo general para presentar el modelo 200 es del 1 al 25 de julio del año siguiente al cierre del ejercicio fiscal (normalmente, 31 de diciembre). Si la empresa tiene un ejercicio fiscal distinto al año natural, el plazo será dentro de los 25 días naturales siguientes a los seis meses posteriores al cierre.

¿Quién debe presentarlo?

Están obligadas todas las personas jurídicas residentes en España sujetas al Impuesto de Sociedades, aunque no hayan desarrollado actividad o no hayan obtenido beneficios durante el ejercicio. Esto incluye:

  • Sociedades mercantiles (SL, SA, etc.)
  • Sociedades civiles con objeto mercantil
  • Fundaciones y asociaciones con obligaciones tributarias
  • Entidades parcialmente exentas, si superan ciertos límites

Es fundamental cumplir este trámite en plazo, ya que su omisión o presentación fuera de tiempo puede dar lugar a sanciones económicas importantes.

Novedades fiscales relevantes para 2025

En 2025, se han aprobado varias novedades fiscales que afectan directamente al Impuesto de Sociedades, con el objetivo de incentivar la capitalización empresarial, fomentar la creación de empleo y mejorar la competitividad del tejido empresarial en España.

1. Incentivos a la capitalización

Se amplía la reserva de capitalización para empresas que reinviertan beneficios y aumenten sus fondos propios. Esta medida permite reducir la base imponible y pagar menos impuestos a cambio de fortalecer la solvencia de la empresa.

2. Ajustes en la tributación mínima

Se consolida la tributación mínima del 15% para grandes empresas, calculada sobre el resultado contable antes de aplicar bonificaciones o deducciones. Esta medida busca asegurar una contribución fiscal mínima, especialmente entre entidades con grandes beneficios que aplicaban numerosas deducciones.

3. Deducciones fiscales reforzadas

Las deducciones por I+D+i y por creación de empleo se han incrementado en porcentaje y condiciones para facilitar su acceso a pymes y startups. También se han simplificado algunos requisitos para aplicar bonificaciones vinculadas a inversión tecnológica e innovación.

4. Nuevas obligaciones de información

Las empresas deben detallar con mayor precisión en el modelo 200 los beneficios fiscales aplicados, lo que implica una mayor transparencia tributaria y un mayor control por parte de la Agencia Tributaria.

Estas reformas buscan un equilibrio entre recaudación, simplificación administrativa y estímulo fiscal para el crecimiento empresarial. Es importante que las nuevas empresas consulten estas medidas con su asesor fiscal para aprovecharlas desde el primer ejercicio.

Errores comunes que debes evitar

Al comenzar una actividad empresarial, es fácil cometer fallos que pueden derivar en sanciones o en una mayor carga fiscal. Estos son algunos de los errores fiscales más frecuentes relacionados con el Impuesto de Sociedades que deberías evitar desde el primer ejercicio:

  • No presentar el modelo 200 dentro del plazo: olvidarlo o hacerlo fuera de plazo conlleva recargos, sanciones e incluso inspecciones.
  • Omitir ingresos o gastos deducibles: tanto por desconocimiento como por falta de control contable, esto puede provocar una base imponible incorrecta y un cálculo erróneo del impuesto.
  • No llevar una contabilidad ajustada al Plan General Contable: es obligatorio para todas las personas jurídicas, y su incumplimiento puede invalidar deducciones o generar discrepancias fiscales.
  • Desconocer incentivos y deducciones fiscales aplicables: no aprovechar bonificaciones por I+D+i, creación de empleo o reserva de capitalización supone pagar más impuestos de los debidos.
  • Confiar en soluciones improvisadas o no contar con asesoría fiscal: la fiscalidad empresarial es compleja y cambia con frecuencia; no tener asesoramiento especializado puede salir caro.

Una correcta planificación fiscal, junto con un buen control contable y el cumplimiento riguroso de las obligaciones tributarias, te permitirá evitar estos errores y optimizar la carga fiscal desde el inicio.

Consejos fiscales si vas a empezar una empresa

Iniciar una actividad empresarial en España implica enfrentarse a un sistema fiscal complejo. Estos consejos fiscales para nuevos emprendedores te ayudarán a cumplir con tus obligaciones desde el principio y a optimizar tus recursos:

  • Dispón de una asesoría fiscal desde el inicio: nuestros profesionales pueden ayudarte a elegir la forma jurídica adecuada, planificar los impuestos y cumplir correctamente con todas las obligaciones fiscales.
  • Aprovecha las deducciones fiscales para nuevas empresas: podemos asesorarte sobre beneficios como la deducción por I+D+i, la reserva de capitalización o incentivos por creación de empleo.
  • Lleva una contabilidad clara, ordenada y actualizada: en Gutiérrez Pujades seguimos el Plan General Contable y registramos todos los movimientos correctamente, un punto clave para evitar errores en la declaración del Impuesto de Sociedades.
  • Planifica tus pagos a cuenta: calculamos también los pagos fraccionados del modelo 202 para evitar desfases de tesorería o sorpresas en el cierre del ejercicio.
  • Mantente al día con los cambios normativos: las novedades fiscales son frecuentes, por lo que conviene revisar cada año qué medidas o deducciones pueden aplicarse a tu negocio.

Una planificación fiscal adecuada desde el principio puede marcar la diferencia entre una empresa bien gestionada y una expuesta a sanciones o costes innecesarios.